Al ultimo día, al primer mes del año la primera entrada.
Todo es “causal”, nada es “casual”. Todo lo que llega a
nuestras vidas, cada situación por la que pasamos, es por algún motivo.
Las “cuatro leyes de la
espiritualidad” que hablan justamente sobre esto.
La primera dice: “La persona que llega es la persona
correcta”, es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las
personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo,
para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice: “lo que sucede es la única cosa que
podía haber sucedido”. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede
en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más
insignificante. No existe él: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal
otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber
sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en
nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y
no quieran aceptarlo.
La tercera dice: “En cualquier momento que comience es el
momento correcto”. Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después.
Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es
allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última: “Cuando algo termina, termina”.
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución,
por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con
esa experiencia.
Amigos queridos, los dejamos con estas reflexiones, y por
supuesto, creemos que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó
a sus vidas hoy, es porque están preparados para entender que ningún copo de
nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.
